Relación Perú-China: ¿Qué queremos?

Jul 25, 2024

Cynthia Sanborn
Directora del Centro de Estudios sobre China y Asia-Pacífico de la UP

El Perú es por tercera vez anfitrión de la cumbre de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). Una nueva oportunidad de poner en vitrina la diversidad cultural y el potencial económico del país, cuya imagen exterior ha decaído en años recientes.

La visita que genera mayor expectativa es la del presidente de la República Popular China: Xi Jinping. No solo por la larga historia que une a nuestros países, sino también por los ambiciosos planes de cooperación anunciados en la reciente visita de Estado. China es nuestro primer socio comercial, y una fuente importante de inversión. Según nuestros estudios, al menos 210 empresas chinas operan en el Perú, en minería, energía y otros sectores, con más de $38,000 millones en inversiones desde 2000. Entre ellas está Cosco Shipping, accionista mayoritario del puerto de Chancay. Así se espera que Xi Jinping no solo asista a la cumbre de APEC, sino también inaugure esta obra, que promete convertir al Perú en un hub del transporte marítimo entre Sudamérica y Asia.

¿Qué queremos como país de esta relación con China y cómo se relaciona con nuestro propio desarrollo? Son preguntas claves cuyas respuestas aún son una incógnita.

Por un lado, estamos frente al segundo boom de demanda china en este siglo, debido a la competencia global por los minerales que nuestro país y la región tienen en abundancia. Hoy China va adelante del mundo en acopamiento de cobre, litio, hierro y otros recursos necesarios para avanzar en sus metas de transición energética y electromovilidad.

Por otro lado, nuestra historia demuestra que la exportación de minerales no ha sido una palanca suficiente para el desarrollo sostenible y equitativo sin una adecuada planificación y políticas públicas. Nuestros vecinos hoy buscan ejercer mayor control sobre sus recursos naturales, aumentar ingresos fiscales, y desarrollar actividades de mayor valor agregado. Nuestras sociedades también exigen medidas efectivas para proteger los derechos sobre la tierra y el agua, y asegurar la biodiversidad.

En diversos foros, China se ha comprometido en promover prácticas responsables por parte de sus empresas y bancos. Sin embargo, en algunos campos los estándares de regulación chinos son más débiles que los nuestros. Esto impone una gran responsabilidad de vigilancia sobre nuestros Gobiernos, la sociedad civil y los medios de comunicación.

Lamentablemente, la alta rotación e improvisación de funcionarios de nuestros últimos Gobiernos han impedido la formulación de una clara visión y estrategia de lo que el Perú requiere de su relación con China. Tampoco lo hemos hecho con otros aliados, como EE. UU., Japón o Canadá. ¿El mismo puerto de Chancay acaso fue producto de una visión de Estado? ¿El TLC 2.0 será acompañado de apoyo a nuevos exportadores? Lograr un equilibrio entre los beneficios económicos generados por estas relaciones, la gobernanza socioambiental y la diversificación de oportunidades es un desafío primordial para nuestro futuro sostenible.

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