Oportunidades y desafíos de la minería en Perú

Gonzalo Delgado
Director del Centro de Minería y Sostenibilidad de la UP

La minería es un pilar fundamental de la economía peruana. En este 2024, la inversión minera superará los 5,400 millones de dólares. La creciente demanda de minerales críticos como cobre, hierro, plomo, zinc, bismuto manganeso y litio presenta una oportunidad estratégica para el país.

No obstante, el sector enfrenta un panorama complejo y desafiante en el contexto de la transición energética global, la creciente atención a la gobernanza social y ambiental (ESG) y la necesidad de asegurar un desarrollo sostenible en las comunidades.

La adopción de tecnologías avanzadas, como inteligencia artificial y descarbonización de las operaciones, ha permitido a empresas mineras en Perú mejorar su rendimiento operacional y priorizar la seguridad. Iniciativas como el Premio Nacional de Minería, que reconoce la innovación tecnológica, destacan el compromiso del sector con la modernización y la sostenibilidad, y demuestran una clara visión de futuro.

Por otro lado, el sector enfrenta significativos conflictos socioambientales. La transparencia en las operaciones mineras y la participación activa de las comunidades afectadas son fundamentales para construir confianza y asegurar la sostenibilidad de los proyectos. Modelos de gobernanza que incluyan participación ciudadana y rendición de cuentas son necesarios para promover una mayor aceptación de la minería.

La implementación de prácticas de gobernanza social y ambiental (ESG) sostenibles y mesurables es vital para el futuro del sector, incluyendo la adopción de modelos de extracción más sostenibles, gestión hídrica integral y economía circular. La colaboración entre el Gobierno, la industria y las comunidades locales es esencial para asegurar que la minería contribuya al desarrollo sostenible del país.

Más que enfocarnos en la distribución de los recursos generados por la minería, se requiere propiciar la eficacia y efectividad de esas rentas a nivel local, que redunden en mejoras en la calidad de vida de los habitantes y mayores oportunidades de diversificar y escalar sus actividades económicas, tanto tradicionales como no tradicionales.

La tramitología y la burocracia representan barreras importantes para la inversión minera. Un marco regulatorio moderno y eficiente es esencial para facilitar el avance de nuevos proyectos y atraer capital extranjero. La simplificación de procesos y la reducción de la burocracia son medidas necesarias para mejorar la competitividad del sector.

La minería ilegal es una amenaza creciente y persistente que impacta en forma negativa sobre el medioambiente y la seguridad. Un abordaje eficaz de este problema requiere acción urgente y coordinada entre el Gobierno y el sector privado. La lucha contra la minería ilegal es crucial para asegurar un entorno estable y atractivo para la inversión.

En resumen, la minería en Perú tiene el potencial de ser un motor clave para la transición energética global y el desarrollo económico del país. Sin embargo, aprovechar plenamente estas oportunidades demanda abordar los desafíos socioambientales, mejorar el marco regulatorio y fortalecer las prácticas de gobernanza ESG. Solo así, Perú podrá consolidarse como un destino atractivo para la inversión minera.