Nuevas tecnologías para una educación innovadora

Giuliana Leguía
Directora de Pacífico Business School

Para todos nosotros es una realidad conocida que el sistema educativo del Perú es deficiente, y que uno de los grandes desafíos que enfrentamos es elevar su calidad para reducir la brecha educativa que existe tanto a nivel escolar como en la educación superior. Para convertirnos en un país innovador, debemos empezar por construirlo desde su sistema educativo.

En ese sentido, toca replantearse los modelos tradicionales que van quedando obsoletos, y desarrollar nuevas propuestas que aborden y resuelvan las demandas propias de un país tan diverso como el Perú. Especialmente, enfocándonos en el protagonista central del proceso educativo: el estudiante.

Es necesario revisar qué y cómo se enseña, así como fomentar una educación basada en competencias como la capacidad crítica y adaptativa, creatividad, empatía, trabajo en equipo, que prepare a los estudiantes para desarrollar el pensamiento autónomo, resolver problemas y adaptarse a cambios futuros con una mirada ética.

Después de la pandemia, se puede afirmar que el futuro del aprendizaje está estrechamente ligado al uso de la tecnología, en particular a la inteligencia artificial (IA), por lo que su integración a la educación es indispensable si buscamos desarrollar en los estudiantes habilidades de pensamiento computacional y programación, con la finalidad de fomentar su participación activa y crítica en el mundo digital. Pero, además, la IA podría usarse para diseñar rutas de aprendizaje personalizadas que, para una realidad como la peruana, son muy relevantes, ya que permitiría ajustar los contenidos a las necesidades individuales, intereses y condiciones particulares de cada estudiante.

El uso de la IA no solo sirve como una herramienta de aprendizaje para los estudiantes, sino también como una nueva tecnología que permitiría a los profesores optimizar sus contenidos, acceder a recursos educativos de calidad, mejorar la comunicación y el seguimiento del desempeño de sus estudiantes, innovar en las evaluaciones basadas en competencias, gestionar mejor su tiempo y usarla como herramienta para su aprendizaje permanente.

Además, el uso de la IA puede ayudar a potenciar la colaboración entre la industria, el Gobierno y las universidades, facilitar la colaboración e investigación global, construir data relevante para mejorar la toma de decisiones, mejorar la experiencia educativa integral, además de simplificar las tareas administrativas, mejorar los métodos de evaluación, entre otros.

Llevar a cabo esta transformación educativa implica superar obstáculos importantes, entre los que destacan la necesidad de capacitar a los profesores en habilidades digitales y tecnológicas, además de asegurarles el acceso a internet y a los dispositivos y equipos digitales adecuados para poder desempeñarse en óptimas condiciones; así como la falta de infraestructura física y tecnológica, tanto en las zonas urbanas como rurales del país.

Construir un país innovador sobre una base educativa deficiente no es sostenible, pero sí lo es construir un sistema educativo moderno sobre una base de innovación y compromiso de todos los peruanos.