Carlos Gallardo Jugo
Egresado de la carrera de Contabilidad y Finanzas exhibe una amplia trayectoria profesional tanto en empresas nacionales como transnacionales.

Nuestro egresado Carlos Gallardo Jugo es contador público colegiado, cuenta con una especialización en Administración y Finanzas y posee la certificación Green Belt de la metodología Lean Six Sigma. Destaca por su sólida trayectoria profesional, que abarca tanto empresas nacionales como transnacionales. Hoy es gerente general de una institución educativa de renombre en el Perú, con 53 sedes en todo el país y 2.800 trabajadores.
Sus inicios
Gallardo ingresó a la Universidad Ricardo Palma (URP) en 1975. Su afán por tener sus propios ingresos lo llevó a buscar empleo a la edad de 17 años, cuando apenas cursaba su segundo semestre académico. Gracias a una carta de presentación para hacer prácticas preprofesionales que le extendió nuestra Universidad, fue recibido en la empresa Arturo Field, donde le fue muy bien.
“Aprendí muchísimo y, cuando terminé los tres meses de prácticas, el gerente de Contabilidad hizo un requerimiento para que ingrese a la planilla de la empresa. Pero por cuestiones administrativas no fue posible de manera que mi jefe amplió mis prácticas por dos meses y luego por dos meses más”, recuerda.
En ese ínterin, uno de sus profesores en la URP le ofreció la oportunidad de trabajar en la empresa Clave Publicitaria. Aceptó. Esta vez fue contratado oficialmente, pero un par de años después se trasladó a una compañía de nombre Fabricación Industrial de Artículos Matrizados (Fiamsa), gracias a la recomendación de otro docente Ricardopalmino.

“Mi gran despegue fue dos años después, cuando ingresé a trabajar a la National Cash Register (NCR), una empresa norteamericana presente en varios países y cuya sede para Sudamérica se encontraba en Chile. Noté que varios procedimientos se realizaban de manera manual o semimanual, lo que causaba un retraso tremendo en los procesos, porque la información se tenía que enviar hasta el vecino país del sur para ser procesada con un sistema de tarjetas, y luego recién regresaba a nosotros. Con el objetivo de resolver este problema y agilizar mi trabajo, diseñé un pequeño programa para registrar los pagos de las letras y obtener el reporte por cobrar, de manera rápida”, detalla.
Tal aporte de programación no era común en aquella época, y menos por parte de un contador. Sin embargo, Gallardo tuvo en las aulas de nuestra Escuela Profesional de Contabilidad y Finanzas la oportunidad de acercarse y explorar esta herramienta. “Encontré un curso que me encantó: Contabilidad Mecanizada, que abordaba los principios de la automatización contable. Tuve un magnifico profesor, que me impulsó a profundizar en el tema y a aprender a programar, tanto que mi tesis fue Sistemas de Informática Aplicados a la Contabilidad”, recuerda.
Automatización contable
Este enfoque en la automatización contable le permitió desarrollar algoritmos en lenguaje Basic aplicados a su profesión, lo cual lo visibilizó ante sus jefes. Hoy, considera que ese fue su primer paso rotundo para ascender en su carrera profesional. “Por eso, recomiendo a los estudiantes que busquen dentro de sus cursos cuál es la materia que más les entusiasma y, una vez que la encuentren, que la desarrollen lo mejor posible, porque esa puede ser la clave de su éxito”, aconseja.

Carlos Gallardo se quedó diez años en NCR antes de ingresar a otra compañía transnacional, Cargill INC., como subcontador en una de sus empresas. Posteriormente fue nombrado contador, luego gerente de Contabilidad y después gerente de Contabilidad y Administración. Finalmente, fue transferido a Estados Unidos como gerente para Perú, Brasil y Colombia.
Estuvo dos años y medio en ese país y 14 años en la compañía, cuando, a pedido de la General Electric, regresó al Perú para encargarse del área de Lightning. Ahí también fue ascendiendo hasta llegar al cargo de gerente corporativo en Finanzas, y asumió la responsabilidad de supervisar las operaciones en Ecuador y Colombia en dicha área.
Luego de otros 14 años de labores, se retiró para aceptar su actual cargo. Su trabajo es variado y desafiante: se ocupa de la planificación financiera y contable de la institución educativa, así como de las negociaciones y convenios con los diferentes stakeholders. Además, supervisa un equipo de aproximadamente 70 profesionales que trabajan en el área de Finanzas y Contabilidad.
Paralelamente, desde hace varios años, maneja su propia empresa, la consultora Gallardo y Asociados, que brinda servicios financieros y contables a clientes nacionales e internacionales. Asimismo, cuenta con una especialización en Futures Market Hedging (coberturas de mercados a futuro), lo que demuestra su profundo conocimiento en temas de Bolsa de Valores.
Más allá del trabajo
Carlos también es un apasionado hincha de Alianza Lima. Ha dedicado tiempo y esfuerzo a colaborar con su club, donde ha sido directivo en la categoría de menores. Este compromiso lo llevó a involucrarse en diversos proyectos sociales, como la creación de una casa hogar para albergar a jóvenes talentos del fútbol nacional.
“Como director de menores, me encargaba de ver una variedad de temas: que tengan entrenador y una cancha, que no les falte agua después de los partidos y hasta que tengan un sacerdote para que los guíe bien. Es un trabajo bonito, porque cuando haces algo por los demás te llenas de mucha satisfacción”, dice.
Con respecto a su vida universitaria, la recuerda con mucho cariño, sobre todo tiene presente el esfuerzo y la dedicación que le puso a sus estudios. Él cumplía un horario agotador, pues trabajó de día y estudió de noche prácticamente durante toda su carrera.
“En Fiamsa, que estaba en la avenida Argentina, terminaba de trabajar a las cinco de la tarde y volaba a tomar el bus que me dejaba en el Parque Universitario. De ahí tomaba otra movilidad que venía por la Panamericana y me traía a la Universidad. Todo ese trajín demoraba una hora, así que aprovechaba ese tiempo para repasar, y llegaba a las clases a las seis para terminar a las 10 de la noche”, comenta.
Luego, con sus propios ingresos, compró su primer auto, un Volkswagen. Tenía apenas 19 años. Toda esta experiencia le despierta una inevitable nostalgia. Por eso, se reúne todos los meses con los amigos que compartieron su vida en la URP, con quienes organiza actividades y reencuentros.
“Mis dos primeros semestres en la URP fueron en el local de Miraflores (hoy Centro Cultural Ccori Wasi). Luego la Universidad adquirió el terreno en el que está actualmente, y nos mudamos. Teníamos unas aulas prefabricadas y canchas deportivas que aprovechamos mucho. La URP era una universidad nueva en esa época”, detalla.
Carlos Gallardo Jugo es muy dedicado y siente pasión por su profesión. Su enfoque en la automatización contable, su experiencia en empresas transnacionales y su compromiso con la educación y el deporte son ejemplos de su multifacética carrera. Él insta a los jóvenes a aprovechar las oportunidades que se presentan en el camino para llegar al éxito profesional.
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