Omar Lam Flores

Egresado de la carrera de Ingeniería Civil se desempeña como CEO en Equans Perú, una compañía de capitales franceses enfocada en brindar soluciones técnicas para transiciones digitales, energéticas e industriales.

Sep 27, 2023

Omar estudió Ingeniería Civil en la Universidad Ricardo Palma (URP) y hoy es CEO de Equans Perú, empresa con más de 2.000 colaboradores, cuya labor se centra en brindar servicios multitécnicos y apoyar en las transiciones digitales, energéticas e industriales de sus clientes. 

Trayectoria

El alto ejecutivo comenzó a trabajar cuando cursaba el sexto semestre académico en nuestra Universidad. Inició su carrera profesional en la empresa constructora Promotores y Ejecutores, donde se involucró en proyectos desafiantes, como la ampliación del espigón de rocas del Club de Regatas Lima y la reparación del terminal portuario de una empresa minera en el sur del país. 

“Era el año 1999, nos contrataron para rehabilitar los pilotes de un muelle industrial privado que se utilizaba para la exportación de minerales, en Ilo. En ese momento no imaginaba que se podía vaciar concreto dentro del mar. Era un trabajo espectacular. Los buzos realizaban la operación y los ingenieros monitoreaban todo desde la plataforma, a través de cámaras. Hubo muchas pruebas, porque había que armar encofrados y hacer enchaquetados bajo el agua. Esta experiencia marcó mis inicios como profesional”, comenta.

Recuerda que por aquella época su trabajo era muy sencillo: contar las bolsas de cemento, las latas de agua y los agregados; controlar los horarios, calcular los metrados, los rendimientos y las mermas, todo manualmente. Además, llevar todas esas cuentas en una libreta. Pasó cerca de dos años haciendo esta labor de soporte, y aprendió mucho. “Ahora miro atrás y agradezco todo lo que me tocó vivir, porque comenzar desde cero y avanzar en función de tu desempeño es enriquecedor”.

Un cambio inesperado

En el año 2001 se unió a la corporación estadounidense Emerson Network Power, y se adentró por primera vez en el mundo de la energía y la tecnología, centrándose en el mantenimiento de infraestructuras. En esta compañía aprendió el funcionamiento del mundo corporativo, con sus emisiones de reportes y comités de trabajo. Además, en el 2005 incursionó en el área de ventas, lo que significó un punto de quiebre en su carrera. 

“Fue un cambio inesperado, ya que toda mi vida profesional había estado vinculado a usar casco, zapatos de seguridad y pantalones jeans llenos de tierra. Sin embargo, decidí aceptar el desafío. Durante dos años me dediqué a vender los servicios de la compañía. Esta experiencia resultó muy enriquecedora y me permitió desarrollar habilidades que desconocía poseer. Vender implicaba hacer presentaciones y comunicar el valor de la empresa a posibles clientes. Conocí a muchas personas y desarrollé una visión global del mercado, del país y de toda la organización”, recuerda.

Luego de nueve años cambió de trabajo y fue reclutado por la empresa española Tecnocom, en un momento de enorme crecimiento del sector Telecomunicaciones. Pasaba de la tecnología 2G a 3G, lo que exigía construir más estaciones de telecomunicaciones, centros de datos y ampliar las redes eléctricas. Posteriormente se unió al grupo colombiano Ethuss, a través de HB Sadelec, y participó en proyectos relacionados nuevamente con telecomunicaciones, además de hidrocarburos y diversas obras de infraestructura terrestre, como puertos, carreteras y puentes. 

Cambios de rumbo

Sin embargo, su siguiente paso fue diferente. En el 2017 ingresó a trabajar a Cam Perú, compañía del grupo Graña y Montero. “Apenas entré me dijeron que la empresa estaba en venta, debido a la coyuntura que se vivía en aquella época en el sector construcción. Comencé como gerente de división y, en aproximadamente cuatro meses, ascendí al cargo de gerente general para liderar la transición a Engie, compañía francesa que la adquirió en el 2018, pero que la volvió a vender a Bouygues, también de capitales franceses, en el 2022. Fui parte de un proceso que involucró a tres accionistas diferentes en un período de seis años”, detalla Omar. 

Logro profesional

El ejecutivo considera que uno de sus logros más destacados en su trayectoria profesional es la interconexión de Pucallpa e Iquitos mediante una red de telecomunicaciones, construida para un operador de comunicaciones, lo que proporcionó conectividad a más de medio millón de personas en la región. “Este proyecto me permitió apreciar el impacto y el propósito de mi trabajo. Hay poblaciones que, gracias a nuestra labor, hoy pueden acceder a servicios como teleeducación y telemedicina. A pesar de la complejidad técnica del proyecto, que involucró la instalación de torres de hasta 150 metros de altura y cimentaciones de casi 30 metros de profundidad, encuentro en esta labor una profunda satisfacción”.

También le tocó liderar al equipo durante la pandemia, un desafío para el cual nadie estaba preparado. Si bien la velocidad de todo el engranaje industrial se redujo, Equans Perú siempre tuvo gente operando, por estar involucrada en el sector eléctrico, actividad esencial para el funcionamiento del país. Nuestro egresado subraya que, aún en los momentos más difíciles, la prioridad siempre fue la salud y seguridad de las personas, así como el cumplimiento de las regulaciones laborales. 

Su paso por la URP

La experiencia de Omar como estudiante ricardopalmino comenzó en 1993. El alto ejecutivo confiesa que en su primer año estuvo más orientado a los deportes que al estudio. “A pesar de aprobar más de la mitad de los cursos, enfrenté dificultades en materias clave como matemáticas, física y química. La transición de la secundaria a la universidad fue para mí un cambio drástico, ya que por aquellos años no había mucha información sobre este paso y no sabías bien a lo que te ibas a enfrentar. Sin embargo, con el tiempo tomé mis estudios con mayor responsabilidad y nada me pudo detener”, comenta. 

En retrospectiva, reflexiona sobre cómo las tareas que hoy se realizan fácilmente con la tecnología solían hacerse de manera manual, desde cálculos hasta dibujos técnicos. Además, la década de 1990 presentaba una realidad diferente, con muchos estudiantes trabajando para financiar sus estudios y un contexto político de cambios constantes. Estas circunstancias lo llevaron a aprovechar al máximo las oportunidades de aprendizaje disponibles. 

“Antes todo se hacía con pistoletes, estilógrafos, tableros y tinta china, pero también discutías y comparabas tus proyectos, y aprendías mucho. Tenía profesores muy exigentes. Te podías pasar noches sin dormir para armar un isométrico en geometría descriptiva y, si se corría la tinta en tu plano, estabas jalado. Todo eso lo valoras a lo largo del tiempo. A mí, la Universidad me dio una base técnica muy buena. Por eso hasta hoy me apasiona la ingeniería civil, aunque ya no sea necesariamente mi core de negocio”, detalla nuestro egresado.

Finalmente, recomienda a los estudiantes de Ingeniería no afligirse por comenzar desde abajo en la profesión, porque hay que completar ciclos de aprendizaje y desarrollo personal. Los roles de liderazgo se alcanzan al adquirir madurez práctica en el terreno. También les aconseja aclarar sus metas y estar dispuestos a tomar las medidas necesarias para alcanzarlas. Por último, resalta la importancia del trato con las personas y la construcción de relaciones sólidas a lo largo de la vida. 

“La educación y el desarrollo de habilidades son un viaje continuo que debe ser una prioridad constante. El networking y las relaciones efectivas pueden abrir puertas y proporcionar oportunidades valiosas. Y aquellos que comiencen a trabajar mientras estudian deben saber que nunca se debe sacrificar el tiempo de estudio por el trabajo”, concluye.

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