Arq. Fernando Ojeda Zañartu

La trayectoria del Arq. Fernando Ojeda Zañartu combina visión profesional, compromiso ético y vocación de servicio.

Jul 1, 2025

“La exigencia era muy rigurosa en la Universidad Ricardo Palma, y la enseñanza era muy estricta”.

Desde muy joven, Fernando Ojeda Zañartu tuvo una convicción clara: estudiar Arquitectura. En su entorno familiar no había arquitectos ni influencias académicas o profesionales directas, pero desde los 13 años sentía una profunda vocación por esta disciplina. Hoy, con más de 50 años de trayectoria profesional —42 al frente de su propia empresa—, su labor ha sido reconocida incluso por el Gobierno del Japón debido a su constante compromiso social.

Una vocación que se forjó en el hogar

Aunque en su familia nadie había estudiado Arquitectura, Fernando recuerda con admiración que su madre no solo diseñó la casa donde vivían en Chepén, La Libertad, sino que también supervisó personalmente su construcción, llegando incluso a realizar otros proyectos de vivienda. Ese ejemplo marcó de forma definitiva a nuestro destacado egresado.

Ingresó a la entonces Universidad Peruana de Ciencias y Tecnología, que posteriormente adoptaría el nombre de Universidad Ricardo Palma. Formó parte de la primera promoción de la Facultad de Arquitectura, convirtiéndose así en alumno fundador.

Entre 1968 y 1973 cursó sus estudios universitarios, enfrentando una formación exigente y rigurosa. Llevaba cursos teóricos, talleres de diseño, y pasaba extensas jornadas frente al tablero. Recuerda que, junto a cinco compañeros, alquilaron una oficina para desarrollar sus proyectos, trabajando muchas veces hasta el amanecer, utilizando rapidógrafos y papel canson para completar los planos.

“La exigencia era muy alta. No solo estudiábamos diseño; también llevábamos cursos de matemáticas, física, estructuras y otras materias, y toda la enseñanza era muy estricta. Por eso los profesionales que egresaban eran muy buenos. La Facultad de Arquitectura de la Universidad Ricardo Palma llegó a ser la mejor del país, y todos querían estudiar ahí”, comenta el Arq. Fernando Ojeda Zañartu.

Ya en su cuarto año de estudios ganó un concurso para ser jefe de práctica. Poco después, fue nombrado profesor auxiliar y, posteriormente, profesor principal. Con los años, decidió enfocarse en su ejercicio profesional. Luego de colaborar con otros arquitectos y emprender sus propios diseños, realizó un posgrado en infraestructura deportiva en Italia. A su regreso, fue convocado como asesor de la Dirección General de Construcción del Ministerio de Vivienda y Construcción.

Desde este espacio, propuso una reforma clave: trasladar la emisión de licencias de construcción del Ministerio a las municipalidades. La medida se implementó mediante zonales temporales y culminó con la transferencia total de esta función a los gobiernos locales. Así, el Ministerio asumió un rol normativo, mientras que el control urbano pasó a ser competencia municipal, como se mantiene hasta hoy.

Aportes sustanciales al país

En 1993 fue designado Viceministro de Vivienda y Construcción del Ministerio de Transportes, Vivienda y Construcción. Su gestión marcó un antes y un después: en una época donde los créditos hipotecarios no existían y las familias debían comprar viviendas al contado, creó una comisión de alto nivel para fomentar el acceso al crédito.

“El Banco de Vivienda, el Banco Hipotecario y las mutuales habían quebrado. La gente solo podía comprar al contado y los bancos no otorgaban créditos. Me puse a trabajar y lancé las letras hipotecarias. Así se reactivó el sistema hipotecario en el país”, detalla.

Otro de sus logros fue impulsar el crecimiento del número de notarios en Lima. En ese entonces, apenas cinco o seis notarios atendían toda la ciudad. Dado el aumento de créditos, se requerían más escrituras. Propuso una distribución por distrito, en función de la población. “Hoy encuentras notarios en cada barrio, como debe ser”, señala.

De esta manera, contribuyó de forma decisiva a la reactivación de la industria de la construcción y al fortalecimiento del sistema urbano del país.

Compromiso profesional

Paralelamente, nunca dejó de ejercer su profesión en el ámbito privado. Fundó Ojeda & Asociados Contratistas Generales, con la que ha diseñado y construido más de 1.8 millones de metros cuadrados en viviendas, complejos residenciales, clínicas, edificios de oficinas, industrias y centros comerciales. Uno de sus proyectos más emblemáticos es Pardo 200, ubicado en Miraflores, que comprende 18 pisos, siete sótanos, un hotel de la cadena NH, oficinas corporativas y un centro comercial.

Arquitectura con sentido humano

Además de su destacada carrera profesional, el Arq. Ojeda ha dedicado buena parte de su vida a la labor social. Es miembro honorario de la colectividad japonesa y fue presidente durante 12 años de la Asociación Emmanuel, fundada por el R. P. japonés Manuel Kato. Bajo su liderazgo, se construyó infraestructura para la atención de la niñez, adultos mayores y un policlínico.

Ha organizado chocolatadas para más de 20,000 niños y campañas solidarias con entrega de canastas navideñas a familias vulnerables. Esta labor fue reconocida oficialmente por el Ministerio de Relaciones Exteriores del Japón, y en 2018 fue condecorado por el emperador Akihito, como muestra de gratitud por su entrega desinteresada.

Liderazgo integral

A sus 50 años de trayectoria, sigue liderando diversos proyectos. Es presidente ejecutivo de Ojeda & Asociados, dirige la cadena de lavanderías Miraflores Express, es gerente general de Ediciones Corefo, mantiene una participación activa en la Asociación Emmanuel y en la Asociación Peruano Japonesa, y es miembro de la Asociación de Condecorados de Japón. Ha sido gestor simultáneo de hasta ocho empresas, sin descuidar su vocación arquitectónica. “La Universidad Ricardo Palma me formó como arquitecto empresario”, afirma.

Mensaje a su alma máter

El secreto de su éxito, señala, ha sido actuar siempre con ética, responsabilidad y capacidad de adaptación. En el marco del 56.º aniversario de la Universidad Ricardo Palma, deja un mensaje inspirador: “Estoy seguro de que, con los cambios que impulsa el rector, Dr. Segundo Félix Romero Revilla, la Universidad Ricardo Palma será una de las primeras universidades del país. Lo importante es seguir manteniendo una línea académica sólida y adaptarse a los tiempos, en bien de los universitarios”.

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