Eduardo Najarro Villalta

Egresado de la carrera de Ingeniería Electrónica. Es subgerente general en Atenciones Rápidas Comerciales, empresa dedicada a la aviónica.

Apr 22, 2024

El padre de Eduardo Najarro Villalta posee una empresa dedicada a la certificación de equipos electrónicos en aeronaves denominada Atenciones Rápidas Comerciales. Así, desde edad temprana, nuestro egresado fue testigo de la importancia de la electrónica en el campo de la aviación, lo que despertó su curiosidad y una pasión que lo llevó a estudiar la carrera de Ingeniería Electrónica en la Universidad Ricardo Palma (URP).

La empresa familiar es una Organización de Mantenimiento Aprobada (OMA) enfocada en temas de aviónica, nombre que hace referencia a la aplicación de la electrónica en la aviación. Por tanto, está regulada por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), a través de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), y se adhiere estrictamente a las normativas establecidas por dicha entidad para garantizar la seguridad y calidad de los equipos aéreos.

“Certificamos altímetros, velocímetros y transmisores localizadores de emergencia (ELT) con activación satelital para ubicar las aeronaves en caso de siniestro. Las empresas desmontan estos equipos y nos los envían; luego, nosotros los calibramos y certificamos. También nos encargamos de la calibración del compás magnético, ATC transponder y del sistema de altimetría. Sin embargo, en estos casos, el trabajo se realiza en las propias aeronaves. El MTC indica que los equipos se deben certificar cada dos años”, explica nuestro egresado.

Asuntos cotidianos

Actualmente, Eduardo Najarro Villalta ejerce el rol de subgerente general, una posición que lo enfrenta a desafíos que van desde la gestión logística hasta la resolución de problemas operativos. “Hay diferentes retos en este trabajo. Por ejemplo, en una ocasión una empresa de Trujillo nos solicitó realizar modificaciones en una aeronave antigua. Esta aún utilizaba instrumentos analógicos, y deseaban reemplazarlos por versiones digitales. Era una tarea complicada, pero llevamos a cabo el cambio y generamos la documentación necesaria para presentarla ante el MTC, todo en el tiempo previsto”, explica.

Su día a día incluye coordinar constantemente con los proveedores, de quienes depende la disponibilidad oportuna de componentes esenciales para garantizar el vuelo de una aeronave. Además, si bien su cargo le permite delegar las tareas al personal técnico, su pasión por el trabajo de campo lo lleva a viajar al lugar donde se requiere brindar el servicio, sin importar de qué parte del país se trate. De esta manera, se asegura de atender personalmente todas las necesidades que surjan en el proceso.

Nuestro egresado agrega que la pandemia de la COVID-19 trajo desafíos adicionales, pues obligó a cerrar las operaciones aéreas, lo que afectó el negocio de manera directa. Tanto así que algunos clientes vendieron sus unidades o dejaron de darles mantenimiento. Tal fue el caso del helicóptero de propiedad de la Municipalidad de San Juan de Lurigancho, entidad a la que le prestaba servicios. Sin embargo, considera que el sector se ha recuperado por lo menos en un 70%.

“En el Perú somos alrededor de seis empresas dedicadas a esta labor, pero el mercado es lo suficientemente grande para todos, porque hay clientes por todo el país. En Nasca y Pisco, por ejemplo, hay varias empresas que requieren nuestros servicios para atender a los turistas que desean observar las Líneas de Nasca desde las alturas. En Trujillo, tenemos clientes que operan aviones que trasladan personal a las minas, y en la selva atendemos empresas que alquilan aviones para transportar personal o equipos a compañías petroleras”, detalla el Ing. Eduardo Najarro Villalta.

Vida universitaria

Al ingresar a la URP, Eduardo Najarro asumió que la experiencia universitaria sería similar a la del colegio, pero rápidamente se dio cuenta de que no era así. “Los primeros semestres fueron un tanto difíciles, especialmente con cursos como Matemáticas, Física y Química. Tuve que mostrar mucha resiliencia en ese período. También recibí muchos consejos de mis profesores”, comenta.

Debido a las responsabilidades laborales que asumía en la empresa familiar, optó por tomar menos cursos por semestre académico. Mientras tanto, sus compañeros de aula realizaban prácticas profesionales en rubros como telecomunicaciones y automatización. Él siempre estuvo vinculado a la aviónica.

En su época universitaria, nuestro egresado también hizo muchas amistades, y en lo deportivo disfrutaba jugar fútbol y practicar natación. Hoy continúa buscando su crecimiento y desarrollo profesional. “Para el futuro cercano proyecto sacar mi licencia en aviónica en el MTC. De esta manera, podré firmar las certificaciones que brindamos. En algún momento me haré cargo del negocio, por eso estoy llevando una Maestría en Administración y Dirección de Negocios”, detalla. 

A los estudiantes que actualmente siguen la carrera de Ingeniería Electrónica les aconseja que aprovechen todas las clases desde el primer curso y que sepan escuchar los consejos de los profesores. “Cuando eres joven y estás en la universidad muchas veces no sabes escuchar, pero luego te das cuenta de que lo que te dijeron fue para que te vaya bien en tu vida profesional”, finaliza.

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