¿Cuáles son los problemas mineros que el Perú debe superar?
Sin duda, son muchos. Lo primero es tener la visión necesaria para aprovechar las oportunidades que brinda el mercado, cuando por alguna razón aumenta la demanda o suben los precios de los metales.
Los avances en el mundo industrial se proyectan hacia un cambio de matriz energética cuyo objetivo es reemplazar los combustibles fósiles por energías limpias. Curiosamente, la fabricación de equipos y maquinarias que generan estas energías limpias necesitan de diversos minerales, detalle que se convierte en una gran oportunidad para el Perú, considerado uno de los principales productores de metales del planeta.
¿Será posible aprovechar esta coyuntura? Al parecer, sí. En esa dirección parece apuntar la propuesta de prorrogar las leyes que devuelven el IGV a las exploraciones mineras hecha por el ministro de Economía, Kurt Burneo, en el marco del Plan Impulso Perú.
Lógicamente, esta medida no es aislada. También se aplicaría a las exploraciones de hidrocarburos. Tal propuesta es una buena noticia porque muestra un cambio en la mirada gubernamental hacia las industrias extractivas, aún si forma parte de una serie de medidas paralelas. Además, indicaría que se ha llegado al convencimiento de que hay una conexión directa entre inversión y empleo.
“Lo ideal es que el ministro logre engranar ese mensaje con otros ministerios fundamentales para la marcha económica del país, como el de Trabajo. Esperamos que logre articular con todo el gabinete, para que haya una sola visión sobre cómo vamos a impulsar el desarrollo de la economía pos-pandemia. Puntualmente en minería, hay un reconocimiento a la importancia del sector”, sostiene el ingeniero Víctor Gobitz, miembro del Consejo Directivo del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú.
Asimismo, considera que, al operar en zonas de difícil acceso, la minería tiene la oportunidad de apoyar a localidades ubicadas en zonas donde el Estado apenas llega. “Se debe conversar y concordar en que la industria minera es un medio para activar el desarrollo en los territorios más remotos y acelerar y robustecer la política fiscal del país”, afirma Gobitz.
Sostiene que la oportunidad abierta por la actual y futura demanda de metales, además del amplio portafolio de proyectos mineros con que cuenta el país y su estratégica ubicación geográfica deberían conducir a un cambio de enfoque, que lleve a hablar de planes de desarrollo en lugar de solución de conflictos. De esta manera, los fondos originados por la industria minera se verían como el elemento clave para financiar los proyectos que los pueblos requieren para mejorar su capacidad productiva y llegar a los mercados.
LO QUE FALTA
Hay varios desafíos que se deben superar para potenciar la industria minera. Uno de ellos es aprender a compartir información con la población sobre cómo trabaja y de esta manera combatir las falsas creencias que se han formado alrededor de sus operaciones. Así lo explica Ronald Díaz, vicepresidente de Operaciones de Gold Fields y gerente general de Cerro Corona.
Algunos de esos mitos están relaciona- dos con la generación de contaminación, tema en el que se confunde la minería ilegal con la formal. También se dice que genera poco empleo, cuando es una industria que dinamiza fuertemente el mercado a través deempleos directos e indirectos de alta rentabilidad. Por otra parte, se cree que consume mucha agua potable, cuando la gran minería generalmente usa agua que no es apta para consumo humano o agua de lluvia. Además, la que usa la reutiliza y la que no usa la destina para actividades agrícolas de las comunidades aledañas.
“Creo que la minería responsable, actual y moderna tiene mucho que dar a la comunidad para generar un cambio en esa percepción acerca de la minería, y hacerla más sostenible”, precisa el ejecutivo.
MÁS DESAFÍOS
Para Jaime Polar Paredes, gerente general de Summa Gold Corporation, hay un tema transversal a todas las etapas del sector minero, desde la exploración has- ta la fase de operación, y es la sobrerregulación en el sector.
La sobrerregulación “hace que los procesos de obtener permisos sean muy extensos y que compliquen mucho la continuidad de las operaciones o de la exploración. Si a esto le sumamos el factor político y la inestabilidad que puede traer consigo, el resultado es que el sector a veces no avance con la velocidad que debería”, resalta
Agrega que su empresa se ha convertido en el principal motor de Huamachuco y que la economía formal de la ciudad se mueve alrededor de la mina. “Buena parte de la población entiende que un trabajo conjunto significa bienestar para todos. Esto ha ayudado mucho a mitigar los te- mas sociales. Nosotros generamos un pago de impuestos de casi S/ 70 millones por año, y eso nos da la posibilidad de aplicar Obras por Impuestos por un valor de entre S/ 25 y S/ 30 millones anuales”.
Con visión social, han priorizado proyectos de agua y desagüe de los caseríos que los rodean y que nunca han tenido estos servicios.
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