Una formación doblemente potenciada
¿Por qué necesita un profesional un doble grado y qué aceptación tiene en nuestro medio? Respondemos estas interrogantes a continuación.
Es común que las organizaciones interactúen con empresas del exterior, ya sea porque piensan en exportar para expandir sus fronteras o porque mantienen una relación de dependencia con algún proveedor con base en el extranjero. “Bajo ese punto de vista, las compañías necesitan ejecutivos internacionales y eso te lo ofrece el doble grado”, comenta Jorge Merzthal Toranzo, director del MBA de ESAN.
Esa es una de las razones por las que las maestrías con doble grado son una tendencia. El contexto globalizado de los negocios requiere perfiles más dinámicos, que tengan un panorama más amplio y rico de la coyuntura empresarial. Aunque eso se puede adquirir con la práctica, una forma directa y concluyente de lograr ese conocimiento es a través de una experiencia de aprendizaje internacional como la que brinda el segundo grado.
Ese precisamente es otro de los valores agregados que rescata Giuliana Leguía, directora de Pacífico Business School. “Tener una perspectiva de la realidad empresarial de otra región o país, pero al mismo tiempo complementaria con la local, permite enriquecer el proceso de aprendizaje”, precisa.
✓ VALOR EN LA EXPERIENCIA
En la mayoría de los programas de doble grado existe la parte experiencial. La estancia internacional incluye visitas a empresas sobresalientes de los países en donde se estudia. Eso posibilita al participante entrar en contacto directo con experiencias importantes y empaparse de ellas, así como conocer sus buenas prácticas para que, cuando sea el momento indicado, pueda ponerlas en marcha en la organización para la que trabaja.
Desde la perspectiva de Ricardo Pino Jordán, director académico de la Escuela de Postgrado UPC, una doble certificación también envía una señal al mercado. Indica que la persona ha aprobado los requisitos de algún programa del exterior. ¿Pero cuál? Esto es importante, porque el doble grado tiene un mayor valor en la medida que sea emitido por una organización de prestigio, y eso depende de la institución extranjera con la que la universidad local haya hecho alianza.
Jorge Merzthal enfatiza el minucioso proceso de homologación que deben seguir las escuelas de posgrado que ofrecen el doble grado con sus pares en el extranjero, para poner en valor la propuesta académica que comercializan. En ese sentido, explica que, en el caso de ESAN -y como suele ocurrir con la mayoría de casas de estudio-, para ofrecer el doble grado ha tenido que demostrar que tanto sus profesores como su plan de estudios están al mismo nivel de calidad que los de la universidad extranjera.
✓ PERCEPCIÓN DEL MERCADO
Las organizaciones ven con buenos ojos que los profesionales apuesten por una maestría con doble grado, por el mensaje que dan de querer expandir sus conocimientos más allá de los límites geográficos, de llevar su aprendizaje dos peldaños más arriba y por su deseo de crecer profesionalmente. “El doble grado está bien considerado, ya que deja constancia de que el participante ha tenido una experiencia educativa más amplia que en una maestría regular”, manifiesta Jaime Eduardo Díaz Izquierdo, profesor de la Escuela de Posgrado de USIL.
Sin duda, la certificación adquiere mayor preponderancia si viene de una institución estadounidense o europea, especialmente de aquellas que están bien posicionadas en los rankings académicos, como apunta Ricardo Jordán. “Casi siempre, la institución extranjera está mejor posicionada en los rankings que la universidad local. De esta manera, se eleva el valor en el mercado, en comparación con una sola certificación local”.
✓ BARRERA IDIOMÁTICA
También ha crecido el interés de los profesionales por seguir maestrías con doble grado. Sin embargo, Jorge Merzthal explica que todavía hay una barrera idiomática, sobre todo del inglés, para decantarse por estos programas, más aún si la alianza es con una universidad estadounidense, canadiense o europea. No obstante, sugiere que eso debe ser un incentivo para que los interesados se dediquen, previamente, a trabajar en su dominio del idioma.
Como se puede ver, las oportunidades para un ejecutivo que ha seguido una maestría con doble grado son diversas y valiosas tanto a nivel personal como profesional. Aunque se trata de una gran inversión a todo nivel (tiempo y, sobre todo, dinero), es un gasto que se capitalizará rápidamente, porque las oportunidades laborales se potenciarán, ya que cada vez hay más organizaciones interesadas en reclutar colaboradores que tengan estas acreditaciones en su currículo
▶ LA MECÁNICA
• Algunas de las maestrías con doble grado se abordan desde la universidad local y, luego, a medida que van avanzando, el alumno puede aplicar al programa complementario (doble grado), que es el internacional.
• También existen doble grados que se desarrollan a la par que se lleva la maestría local.
▶ AL ELEGIR…
-Debes tener un conocimiento claro de quién es el aliado con el que la escuela va a otorgar la certificación, cuál es su reputación y si está reconocida por el regulador local, en este caso la Sunedu.
-Indaga si tendrás interacción con la comunidad de la escuela aliada.
(Fuente: Giuliana Leguía, directora de Pacífico Business School)
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