Camino a la excelencia

Seis profesionales que han alcanzado el grado de doctor comparten sus experiencias tanto desde la academia como de la perspectiva laboral.

Nov 23, 2022

José Miguel Solano Morales
Doctor en Administración con mención en Marketing USIL

“El doctorado me atrajo para complementar mi formación académica y profesional. Me animó a llevarlo mi curiosidad intelectual, mis deseos de conocer los pasos a seguir para desarrollar investigaciones científicas de uso empresarial. Abordé dos temas que me apasionan: la reputación corporativa y la generación de valor para el cliente externo. Respecto a las nuevas perspectivas laborales que se abren ante ese nuevo grado académico, pues son muy grandes, ya que el doctorado te lleva a desarrollar investigaciones científicas para uso empresarial. Recomiendo esto estudios, definitivamente. Es importante que el interesado mantenga su curiosidad intelectual y lo haga por convicción. Para tener más respuestas a la necesidad constante de información, base de la investigación”

 

Walter Martin Palomino Tamayo
Doctor en Ciencias de la Administración Universidad ESAN

“Después de muchos años en marketing y ventas, disfrutaba realizando investigaciones de mercado cualitativas y cuantitativas, y un doctorado calzaba con una actividad que me gustaba mucho. Mi tesis trató sobre la decisión de valor de empresa e intensidad de marketing en condiciones de restricción financiera: un estudio comparativo de los Estados Unidos y América Latina. Ahora, quien piensa que el doctorado automáticamente le abre puertas, se equivoca. La capacidad investigadora tiene que demostrarse publicando investigaciones en revistas académicas de alto impacto. Hoy las oportunidades están en quien investiga. También es importante dónde estudias y cómo aprovechas las herramientas que te dan. Si cumples estos requisitos, el cielo es el límite. Pero un doctorado no es para todos. Tiene que gustarte el aprendizaje permanente. El doctorado se hace, se construye. Es construir nuevo conocimiento”

Mario Roncal Zolezzi
Candidato a doctor en Dirección Estratégica de Empresas Universidad Politécnica de Calaluña, España.

“Mi doctorado me ha permitido reforzar competencias de gestión empresarial y de investigación académica para asumir el desafío profesional en la dirección de la carrera de Administración en la Universidad Antonio Ruiz de Montoya. Tengo dos maestrías, por lo que el grado académico de doctor era el siguiente paso. Mi ámbito de investigación es la responsabilidad social empresarial, enmarcada en las poblaciones vulnerables y de bajos recursos económicos. Mis perspectivas como doctor van en el sentido de la investigación, en primer lugar. Luego, formar redes con profeso- res de otras universidades y latitudes con los cuales comparto información académica. Puedo relacionarme con universidades locales y extranjeras interesadas en generar documentos académicos en los temas que investigo, y me invitan a congresos para presentar investigaciones”.

Claudio Iván Zegarra Arellano
Doctor en Administración de la Educación Universidad Nacional Federico Villarreal

“Decidí estudiar un doctorado porque creo que a través de la educación superior uno desarrolla aún más sus competencias profesionales y la investigación. En mi tesis abordé un tema inédito sobre el control de la gestión de costos basada en actividades y el impacto en la formación técnica. Siendo docente universitario por vocación, este doctorado me permite estar preparado desde el análisis y la práctica, en la administración estratégica de organizaciones de educación a nivel superior.
El doctorado implica encontrar la parte filosófica de la solución al problema planteado y el beneficio que ese estudio brindará a la sociedad”.

Francisco Gallo Infantes
Doctor en Gestión de Proyectos en Comunicación Universidad Internacional Iberoamericana, México.

“Seguí el doctorado para ampliar mis conocimientos y horizontes laborales. Además, siempre quise llevar un posgrado en el extranjero. Mi tesis consistió en buscar mecanismos de comunicación para llegar a las comunidades más alejadas de mi región Loreto con información y proyectos de inversión pública que puedan beneficiarlos. Para ello, propuse el diseño de una sala situacional de comunicación efectiva, que tendría que funcionar desde el Gobierno Regional, con profesionales de diversas áreas. Fue una gran experiencia, aunque hacer un doctorado no es fácil. Demanda muchas horas, meses y hasta años de estudios e investigación. Con un doctorado, el profesional está en la capacidad de elegir qué puesto laboral le conviene más, así como negociar emolumentos. También se puede trabajar por cuenta propia o desarrollar asesorías. Hoy, mis perspectivas laborales son más amplias”.

 

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