El “Humboldt” y la Antártida
El profesor Jack Rodríguez, del Liceo Naval Capitán de Navío Juan Fanning, es autor de la novela de ficción “Levar anclas: un marino, una carta; un buque, un misterio”, basada en su viaje en el buque de investigación científica (BIC) Humboldt a la Antártida.
La ficción se basa en la historia de una joven y de lo que vivió su padre, como como parte de la tripulación del buque, en la primera misión peruana a la Antártida. En el texto, resaltan la vocación, dedicación, responsabilidad, exigencia profesional y el gran trabajo silencioso que desarrolla el personal de la Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina y del Instituto del Mar del Perú.
“Fue en el 2008 cuando, revisando un libro de ciencias, observé la imagen del BIC Humboldt con un texto que explicaba las misiones a la Antártida. Pensé que sería un buen tema para escribir una novela”, comenta el autor Jack Rodríguez Poma, profesor del Liceo Naval Capitán de Navío Juan Fanning.
✓ LA TRAMA
La novela presenta tres ejes: la propia búsqueda del misterio que sigue el narrador en su tiempo presente, el Humboldt y la institución naval, y sobre todo el vínculo entre padre e hija. El capítulo III se refiere al derrotero del BIC Humboldt de retorno de la isla Rey Jorge, en la península Antártica, hasta su arribo a Lima, en el cual se incluyen los sucesos del viaje.
La publicación consta de seis capítulos, que llevan como título: Un marino, Una carta, Un buque, Un misterio, El último camino y Carta de despedida. El profesor Rodríguez ostenta una vasta producción literaria. Está en el proceso de escribir otros libros que contribuirán a fomentar la lectura y el interés por la investigación de los alumnos.
▶ NUESTRA GENTE: ANA FIGUEROA TUPA
Tiene 26 años de servicios como operadora en las centrales telefónicas de la Comandancia de la Fuerza de Aviación de Naval. Hoy se encuentra en la Dirección de Telemática. Está muy agradecida con la Marina, porque le dio la oportunidad de aportar a la economía de sus padres, sacar adelante su hogar y solventar los estudios de Anita, su hija de 20 años que sigue la carrera de Laboratorio Clínico.
Al ser una colaboradora invidente, refiere:“Las personas con discapacidad pueden salir adelante con mucha fuerza de voluntad para superarse y elevar su autoestima, además de recurrir a instituciones que les enseñen a valerse por sí mismas para insertarse en la vida laboral”.
Ana Figueroa Tupa es de pocas palabras, pero logra compartir claramente lo bueno que significa en su vida la familia, el trabajo y sus compañeros, que junto a ella se esfuerzan para que la institución cumpla con sus metas.
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