Luisa Fernanda Cárdenas More

Egresada de la Escuela Profesional de Ingeniería Civil laboró en Antamina, una de las compañías mineras más grandes del país, en el área de Contratos y Adquisiciones.

Nov 4, 2024

Luisa Fernanda Cárdenas More ha tenido un camino lleno de desafíos y logros desde su época de estudiante. Su interés por la carrera de Ingeniería Civil fue inspirado por sus familiares, varios de ellos obreros de construcción, lo que le permitió ver de primera mano cómo una obra bien hecha podía mejorar la calidad de vida de las personas.

Ella ingresó a la Universidad Ricardo Palma (URP) en el año 2018. Cuando cursaba el sétimo semestre académico, ingresó a practicar en Construcciones Ecológicas, una empresa dedicada a la producción de materiales de construcción a partir de elementos reciclados y económicamente accesibles.

“Fue una primera experiencia significativa, que me permitió aplicar conceptos teóricos de diseño estructural y configuración de materiales en un contexto laboral real. Ello complementó mi formación académica y me permitió adquirir habilidades prácticas que facilitaron mi comprensión de varias asignaturas”, explica nuestra egresada.

Su labor en Construcciones Ecológicas hizo posible su aprendizaje sobre el diseño de viguetas armadas y el cálculo de cuantía de materiales. Con estos conocimientos, ingresó a Campos Valderrama, una constructora involucrada en las obras del proyecto de inversión pública Escuelas Bicentenario.

Gracias a la orientación de ingenieros experimentados, Luisa profundizó en la elaboración de expedientes técnicos y cálculos estructurales. Como ella señala, la precisión es sumamente importante en esta labor, porque garantiza la durabilidad y seguridad de las construcciones. También aprendió los procedimientos necesarios para cumplir con normativas y estándares de calidad exigidos en el sector público.

Nueva faceta

“Luego de egresar, me integré a la construcción del Centro Comercial Eco Plaza, en Ate, en la fase de acabados. Aquí comencé con una etapa profesional diferente, que me exigía gestionar y coordinar el trabajo en obra. Esta experiencia involucraba la supervisión directa de los procesos y la coordinación diaria con el personal, entre ayudantes y maestros. Tenía que monitorear aspectos de seguridad, calidad y producción, garantizando el uso correcto de los equipos de protección personal para evitar accidentes laborales”, detalla Luisa Fernanda.

Parte de su tarea consistía en la elaboración de contratos, por lo que debía revisar cláusulas, costos y márgenes. Todo esto le proporcionó una visión integral de los procesos de construcción. También fortaleció sus habilidades de comunicación y de manejo de conflictos, superando estereotipos de género en un entorno dominado en su mayoría por hombres.

En Antamina

Con una experiencia más sólida, nuestra egresada se enfocó en un objetivo profesional que había visualizado desde el inicio de su carrera: trabajar en el sector minero. Fue seleccionada para trabajar en Antamina, una de las compañías mineras más grandes del país, donde se integró al área de Ingeniería y Proyectos, específicamente a la oficina de Contratos y Adquisiciones. El puesto exigía instalarse en el campamento minero ubicado en Huaraz, a 4,500 metros sobre el nivel del mar.

“Allí tuve la oportunidad de conocer a grandes profesionales y líderes, y de trabajar con un equipo excelente. Teníamos un régimen laboral de cuatro días de trabajo en turnos de doce horas, de siete de la mañana a siete de la noche, y luego nos tocaban tres días de descanso. Por lo general, nos levantábamos a las cinco de la mañana para desayunar y alistarnos para el inicio de la jornada. Al principio, adaptarse a este horario fue todo un desafío, pero lo hice. El campamento tiene un clima muy frío, pero es acogedor”, comenta Luisa Fernanda.

En Antamina debía estar al día con la cantidad de mano de obra local (saber cuántos trabajadores eran de Huaraz, de Lima, de Chiclayo y de otras provincias); conocer cuándo se iniciaban las licitaciones, cómo era el proceso, qué parámetros se evaluaban, entre otros puntos. Sin embargo, lo que más enfatiza es la importancia que le daban a la seguridad del personal.

“Incluso en las oficinas teníamos la obligación de no usar el celular al caminar bajar o subir escaleras. Cualquier detalle, por pequeño que fuera, se reportaba al área de seguridad como una incidencia. Tuve una compañera que tropezó en el último escalón aún sin usar el celular, y aunque no cayó al suelo y para nosotros no fue nada, inmediatamente lo reportaron, la llevaron a tópico y se aseguraron de que no tuviera ni un rasguño”, comenta.

Tras su periodo en la minería, Luisa regresó al sector construcción, esta vez como asistente de Calidad en la supervisión de los colegios Bicentenario. Esta experiencia fue un punto de reflexión para ella, ya que pudo ver cómo los diseños que había desarrollado en años anteriores se habían convertido en realidad, lo que reafirmó su pasión por la construcción y su satisfacción por el impacto positivo de su trabajo en la comunidad.

Con la ambición de continuar creciendo, Luisa Fernanda se ve como una futura líder en la industria minera o en proyectos de gran envergadura dentro del país. Para ella, alcanzar una posición de liderazgo es muy importante, y por ello está decidida a complementar su experiencia con estudios avanzados, como una maestría y cursos en habilidades blandas.

“En la Universidad Ricardo Palma viví una experiencia muy enriquecedora. Tuve la oportunidad de participar en un voluntariado, donde comencé a investigar y a desarrollar proyectos que luego me abrieron muchas puertas. Además, fui representante de mi Facultad en el 2022. Ese año, gané el Concurso Nacional de Mortero Autocompactante. Además, obtuve el primer lugar en un  Concurso de Ponencias de investigación en el 2021, y participé como ponente en Colombia en el año 2018. En paralelo, practicaba taekwondo como una vía para liberar el estrés”, relata nuestra egresada.

En su formación universitaria, resalta el aprendizaje del diseño de estructuras de concreto armado, que le abrió las puertas al mundo laboral, así como el dominio del software Revit, una herramienta fundamental para la metodología BIM. Hoy, es invitada a dar charlas a los estudiantes de los últimos semestres académicos de la carrera, donde los alienta a involucrarse en actividades extracurriculares, voluntariados, cursos adicionales y proyectos que puedan enriquecer su formación. En su opinión, estas actividades son oportunidades para practicar, experimentar con tecnologías y adquirir destrezas que los diferencien en el ámbito laboral.

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