La urbanización del futuro 

Las grandes ciudades tienen el reto de reinventarse y convertirse en espacios sostenibles que colocan a las personas al centro de su crecimiento y desarrollo.

En el año 2015, la Organización de Naciones Unidas (ONU) propuso 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como parte de una agenda internacional proyectada hasta el 2030. Esta permitiría alcanzar el desarrollo económico, social y ambiental.

El ODS 11 es el de Ciudades y Comunidades Sostenibles, y propone que las áreas metropolitanas se conviertan en espacios inclusivos, seguros y generadores de desarrollo para sus habitantes.

“Una ciudad sostenible está pensada para ser un espacio que balancee el crecimiento de la densidad demográfica con métodos de transporte integrados y diseñados en función de las necesidades de las personas, construcciones con diseños modernos que no impacten el medio ambiente, menos contaminación y áreas de esparcimiento que conecten a las personas con su entorno”, señala Naldi Carrión, profesora de la carrera de Ingeniería Ambiental de la Universidad ESAN.

Sostenibilidad 

¿Cómo es posible convertir las ciudades que crecieron vertiginosamente durante el siglo XX en estos espacios cuya visión se basa en la mejora de la calidad de vida? Según el Índice de Ciudades Sostenibles, elaborado por Arcadis, en colaboración con el Programa de
la ONU para Asentamientos Humanos (ONU-Habitat), esta visión se basa en tres pilares que ponen a la persona al centro. Siempre tomando en cuenta los factores medioambientales que influyen en el cambio climático y la calidad de vida como la contaminación del aire, espacios verdes, gestión de residuos, consumo de energía y emisiones. “Estos conceptos buscan generar bienestar y una mayor interacción entre los ciudadanos y otras personas y con la propia ciudad. Espacios conectados para desarrollar actividades que te vinculen
con lo que te rodea y que no sean solo ciudades dormitorio, donde uno sale por la mañana a trabajar y vuelve en la noche a dormir”, apunta la vocera de ESAN.

Vivienda digna

Uno de los retos es brindar vivienda de calidad para todos los habitantes. Hacen falta “políticas que impulsen la vivienda social para la reubicación de ciudadanos asentados en zonas peligrosas o de difícil acceso. Para ello, se debe planificar y brindar facilidades para la reinstalación en espacios conectados con las ciudades”, añade Carrión.

Por su parte, Daniela Freundt, gerente de Agua Dulce, Clima y Energía de WWF Perú, opina que es vital entender la importancia del medio ambiente en esta ecuación. “La naturaleza nos da muchos beneficios tangibles e intangibles. Debemos integrarlos, cuidarlos y generar más para contar con más ecosistemas”.

El trabajo pendiente se relaciona especialmente con la planificación de crecimiento y la zonificación, así como el desarrollo de un sistema de transporte urbano para Lima y Callao. Además, la infraestructura urbana en distritos de alta densidad.