La universidad bajo la lupa
¿Qué hacemos para mejorar la calidad educativa de la educación superior y contribuir con la transformación del país? Tres educadores reflexionan y plantean interesantes propuestas.

“Se requiere una reforma integral”
Idel Vexler
Exministro de educación
“La educación superior en el Perú es una etapa que casi no tiene mayor vinculación de abajo hacia arriba ni de arriba hacia abajo con la educación básica. Ante eso, los egresados de la educación básica, salvo excepciones, no ven en los institutos y escuelas de educación superior alternativas para desarrollar sus proyectos de vida profesional.
En los últimos tiempos se ha dicho que en el Perú se desarrolló una reforma universitaria educativa muy importante. No es así. Lo que se creó es un órgano de supervisión y aseguramiento de la calidad educativa, la Sunedu, que ha desarrollado un buen trabajo de licenciamiento.
Pero lo que la universidad peruana requiere es una reforma integral que forme buenos egresados, desarrolle transferencia social, científica y tecnológica, y aumente significativamente la investigación. Urgen medidas para potenciar y reformar la formación y gestión del talento docente e investigativo, para reformar la gobernanza y generar recursos modernos y sufi cientes para el desarrollo de competencias acordes con perfiles profesionales modernos en un mundo globalizado, interconectado y con ofertas para producir bienes y servicios.
Estoy de acuerdo con el bachillerato automático, porque es urgente fortalecer la licenciatura para el ejercicio profesional. Si bien los grados son logros fundamentales, no facultan el ejercicio de una carrera en el mercado laboral”.
“La educación superior en el Perú es una etapa que casi no tiene mayor vinculación de abajo hacia arriba ni de arriba hacia abajo con la educación básica. Ante eso, los egresados de la educación básica, salvo excepciones, no ven en los institutos y escuelas de educación superior alternativas para desarrollar sus proyectos de vida profesional.
En los últimos tiempos se ha dicho que en el Perú se desarrolló una reforma universitaria educativa muy importante. No es así. Lo que se creó es un órgano de supervisión y aseguramiento de la calidad educativa, la Sunedu, que ha desarrollado un buen trabajo de licenciamiento.
Pero lo que la universidad peruana requiere es una reforma integral que forme buenos egresados, desarrolle transferencia social, científica y tecnológica, y aumente significativamente la investigación. Urgen medidas para potenciar y reformar la formación y gestión del talento docente e investigativo, para reformar la gobernanza y generar recursos modernos y sufi cientes para el desarrollo de competencias acordes con perfiles profesionales modernos en un mundo globalizado, interconectado y con ofertas para producir bienes y servicios.
Estoy de acuerdo con el bachillerato automático, porque es urgente fortalecer la licenciatura para el ejercicio profesional. Si bien los grados son logros fundamentales, no facultan el ejercicio de una carrera en el mercado laboral”.
“Hay que replantear los diseños curriculares”
Hugo Díaz
Expresidente del Consejo Nacional de Educación
Los cambios científicos y tecnológicos ponen en debate la manera en que la educación superior debe transformarse para ser más competitiva en un mercado global, abierto a instituciones foráneas y a plataformas con variedad de ofertas formativas formales, no formales, híbridas o totalmente virtuales.
Pensar en el futuro de la educación superior implica acertar en políticas y modelos de formación, contar con un sistema informatizado, una eficiente gestión académica y administrativa, autoevaluarse y ser evaluado por organismos de acreditación solventes, y responder a las demandas del mercado.
Se necesita replantear los diseños curriculares, considerando la rápida evolución del conocimiento, una educación que se extiende a lo largo de toda la vida y un perfil de estudiante que convive con herramientas digitales, lo que le permite aprender, relacionarse, tener ratos de ocio y manifestarse con una influencia cada vez mayor de esos recursos.
Algunas opciones: fusionar pequeñas universidades en una de mayor tamaño; invertir en redes de universidades en vez de hacerlo individualmente; fortalecer los sistemas de becas y crédito educativo con mecanismos que no ahoguen al profesional; buscar mayor eficiencia y eficacia en el uso de los recursos disponibles, y promover que más universidades realicen actividades de emprendimiento”.
Hacia la virtualidad
Emma Barrios
Vicerrectora de Desarrollo y Aprendizaje Digital de la Universidad Continental
“Enfrentamos nuevos desafíos, como la necesidad de programar aulas híbridas para estudiantes que no pueden asistir a clases físicamente. La demanda de programas semipresenciales y a distancia se ha incrementado notablemente.
Muchas personas de lugares donde no hay oferta universitaria –o con solo una universidad después del proceso de licenciamiento– pueden escoger la universidad deseada, aunque no tenga campus en su territorio.
¿Qué necesitamos para responder a los nuevos tiempos? Un ente rector y regulador que cambie el antiguo rol de control con base en restricciones, a un nuevo rol habilitante y promotor de la innovación.
También que las tres modalidades de estudio se cumplan, ya que a la fecha la semipresencialidad puede ser de hasta un 70% virtual y la modalidad a distancia se restringe al 80%. La educación a distancia debe ser al 100%, como en todos los países.
Si el estudiante es el centro de la educación, tenemos que ofrecerle toda la gama de alternativas para que acceda y alcance sus sueños. No olvidemos que tenemos una gran deuda de equidad en el país, ya que solo tres de cada diez ciudadanos accede a la educación superior”
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